Hay quienes añoran, suspirando, la juventud perdida:
"Mis veinte años..."
Pero otros, en cambio, no se desesperan por eso, pues aunque ya entraron en la recta final, todavía tienen algún "arrastre":
"Viejito, pero me la rebusco".
"Una rama que florece".
Buen día, moza:
"Llegó el dulce de leche".
"Que lucha, Señor...!"
pero
"Al fin pude echar buena".
y ahora
"Entré a pasar el lampazo"
Mentira criolla:
"Mi suegra me quiere..."
"Por un amor voy".
Eso que
"Ando pal amor como el revés de la taba".